Tuesday, August 21, 2007

El escritor
"Un instante, un segundo extirpado del tiempo para someterlo a la lupa. Un segundo bajo la claridad lechosa de un quirófano. Bajo la exactitud escrupulosa del bisturí. Una instantánea encerrando a la vida en los límites de su marco blanco y perpetuo". Anuar Zúñiza Naime
Este epígrafe define mi encuentro con Anuar, porque en efecto, cualquier hallazgo pasa por ese instante que nos atrapa. Lo tenía frente a mí. Pude negarme a observarlo. Pero, mi intuición le sonrió. Miré a un hombre. A un hombre diferente a todos los que hasta ahora conozco. Sé que conozco a pocos. Los fundacionales: Mi padre. Mi hermano. Mis dos sobrinos. Anuar no se parece a los dos primeros. Pero, sí, está muy cerca de la bondad y el ingenio que caracterizan a los segundos. De la rebeldía. De la juventud.
Un viaje fue su primera lectura en el taller. Y dado que Guillermo está enfermo, los nuevos integrantes decidieron retirarse con los cuentos. Sólo él se quedó al final. Al final. Al inicio de una larga y atropellada conversación. Como si a Janina, a él y a mí nos urgiera conocernos. Le dije contudente: Un viaje tiene un aliento poético. Janina también hizo comentarios. De inmediato, la conversación fluyó con pasión. Nuestros fetiches. Nuestras obsesiones. La primera experiencia. La crónica urbana.
Y yo estaba frente a él: extasiada. Un hombre sin duda atractivo. Las rastas. Los tatuajes. Los aretes. La barba. La piel. El pensamiento. La sensibilidad. Cuando él está comunicando algo, es decir, hablando, hay algo más que palabras. Hay movimiento en su cuerpo y la expresión de su rostro dibuja una constante sonrisa. Fina. Apacible.
De los relatos urbanos, coincidimos en el enfrentamiento de nuestros universos, es decir, los tres hemos padecido ataques de pánico. "claro, tuviste un episodio de ansiedad, no te preocupes a mí me pasa lo mismo". "A mí, me pasa lo mismo". A los tres nos pasa lo mismo: la literatura como pasión.
El espacio virtual tomó también su lugar: el blog. Él escribió http://www.vampiro2099.blogspot.com/Crónicas de un escritor en vías de desarrollo y yo omití el mío. "¿Autocensura?", me preguntó. "No". Y en realidad, no me atrae saber quién lee lo que escribo. Por lo menos, no ahora. Sólo escribo. Una bitácora personalísima. Su libreta abierta. Sus hojas extendidas esperando. Entonces anoté http://www.cristinariveragarza.blogspot.com/ es un gran blog.
De sus lecturas obsesivas, la temática de asesinos seriales los entusiasmó mucho. "¿Asesinos seriales?", me dije. Mientras ellos, daban santo y seña de tal y cual murder. "Bueno, a mí me gusta más pensar en colectivo, es decir, la Antropología". Al final, al final, ya todo el mundo de Casa de las Humanidades se había retirado. Y nosotros ahí, hablando de asesinos y de sus formas... salimos los tres y cada uno siguió su camino.
El conductor del camión detuvo la marcha y, sacando medio cuerpo por la ventanilla, dedicó a Celia un ráfaga de improperios y obscenidades. Celia no hizo el mínimo intento de contener las lágrimas. El eco de la campana permaneció flotando en el aire. El camión dio vuelta en la esquina.
reproduzco esta imagen de Un viaje
Y sé que ya estoy en otro, en otro viaje literario. Con nuevos-contradictorios-talentosos-apanicados jóvenes. ¡qué chido!
--sbc

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