Monday, October 30, 2006

Susurros y silencios
Hay alguien que existe, es real.
Cuánta gente. Va. Viene.
Universo artístico. Universo humano.
Sala Nezahualcóyotl
Teatro Juan Ruiz de Alarcón y Foro Sor Juana
Sala Miguel Covarrubias y Sala Carlos Chávez
Salas Julio Bracho y José Revueltas
Centro Universitario de Teatro
Librería Julio Torri
Cafetería Azul y Oro
Saludos. Abrazos. Besos.
Guiños.
Complicidad o Indiferencia
Susurros y Silencios
Centro Cultural Universitario
&
Hay alguien que existe, es real.
Ella habita esa colindancia: la locura y la cordura
Ella me ha conmovido
Susurros y Silencios
a su alrededor, los propios.
Susurros y Silencios
a su alrededor, los ajenos.
&
Ella me ha conmovido. Estuvo aquí. Es real.
Hebefrenia
en su diálogo de sordos apareció esta palabra.
Hebefrenia
&
Pienso en el dolor de una madre
ante la enfermedad del hijo.
(Pienso en mi madre)
Pienso en alguien que existe, es real.
Pienso en ellas: la Madre y la Hija.
&
Una confesión tristísima
:Demencia Precoz
Y no sé. Otra vez no sé qué decir.
Sólo la abrazo.
&
Es esto una sospecha de realidad
:la Locura existe
y todos o le tememos a la propia,
o nos escondemos de la ajena.

--sbc
Un azul hecho de azares

La fractura en mi pie derecho interrumpió mis actividades durante casi tres meses. Una de ellas, era mi asistencia al Taller de Escrituras Colindantes, en el Tecnológico de Monterrey, campus Toluca. Cada lunes estaba allá muy puntual. Abraham, Nadlleli, Pepe Porcayo, Rebeca, Brenda, Amelia, y por supuesto, la guía siempre, siempre enorme de la Doctora Rivera-Garza. De alguna manera, empezamos a ser una familia. Unidos. Críticos. Solidarios. Talentosos. Luego, se unió al taller, un grupo de la SOGEM Toluca. Creo que no hubo química entre nosotros. Nuestro taller ya tenía su propio ritmo. En eso me quedé. El tiempo se encargó de dar fin al semestre escolar. Vacaciones. Y después el taller se canceló. Lo lamenté.
Casa del Lago. Llegué al Taller de narrativa de Daniel Sada a finales del año pasado. Y también fue otra de las actividades que dejé por mi inmovilidad. Luego, justo cuando ya podía caminar: vacaciones intersemestrales. Siguió el plantón (en apoyo de López Obrador), que cubría Reforma. A diferencia del taller anterior, la amistad ni siquiera se sembró, pero debo decir, que también había talento en los talleristas más jóvenes. Era un espacio diferente. Avasallador. La crítica era feroz. La dirección de Daniel Sada, excelente.
Un texto crítico de CRG dio pie a mi encuentro con Daniel Sada.
Al abrir mi oficina, apareció el rostro inconfudible de Sada. Le sonreí como si lo conociera de toda la vida. "maestro Sada, buenos días", creo que le sorpredió que lo conociera. Luego me solicitó información sobre una oficina que buscaba. Lo orienté. Lo acompañé. Y durante el camino, vino a mi cabeza aquella nota que recién había leído; no pude resistir el cometario. Y él escuchó con tanta atención; que al final, me preguntó mi nombre y entonces me extendió una invitación para asistir a su taller de novela. Se lo agradecí y recuerdo bien lo que le dije: "yo no escribo novela, sólo cuento. Cuento corto". "No importa, ve, te espero". Y lo hicé. Tres meses en un curso sobre Preceptiva Literaria.
Siguió el Taller de Novela. Era sorprendente el ánimo, el arrojo de los jóvenes que presentaban su material. Mínimo 6 cuartillas. Máximo 15. Cada miércoles leíamos entusiasmados. En este taller empezó a gestarse la disciplina por la escritura. La mía, claro. Pero sobre todo, Sada tiene algo que contagia: "Pasión". Y cuando llegaba a mi habitación, después del taller, encendía mi computadora y escribía. Un párrafo. Dos.
La escritura, la mía, ya fluye.
Ambos talleres me han ayudado a respirar, a vivir. Tienen un plus: los amigos. Mis nuevos amigos. Poetas. Narradores. Ensayistas. Todos jóvenes y con gran talento.
Me he tropezado, sí, literalmente, me he vuelto a troperzar con Daniel Sada. Dos ocasiones. Y en ambas, generoso me ha dicho: "Susana. Mi taller está abierto para ti, cuando quieres regresar. Hazlo".
Un azul hecho de azares.
Un destino, el mío, literario.
--sbc
Cuando el dolor te tome, abrázalo

Pues te cuento que me he sentido mejor. Dos semanas de un intenso trabajo. Y luego mis malestares. Mis constantes bajones. Azúcar. Presión. Lípidos. Mal-estar(es). Todos juntos. Lo sé. Son como una bomba de tiempo. A veces estoy bien, otras muchas no y prefiero irme a casa. Respirar. Estar sola. Caminar por el Parque México durante la noche, justo cuando no hay tantos perros sorprendiéndote a cada paso. Mi metabolismo no funciona adecuadamente y debo hacer todo lo posible por ayudarlo. Me cuido. Me siento triste porque no tengo la energía de otros tiempos.
Tuve miedo de no poder atender a los tres grupos que visitaron el CCU durante la mañana. Diariamente. Dos semanas. De 60 a 120 jóvenes cada grupo. Ahí frente a uno. Mirándote. Cada grupo fue un reto. Hora y media con ellos. Inquietos. Inteligentes. Apáticos. Groseros.
En la penúltima visita del día sucedió algo que me sorprendió. Observé a una joven tocándose el pecho. Y le pregunté si se sentía mal para llamar al médico. Dijo que no. Y la visita siguió su rumbo. En el siguiente recinto, la profesora que acompañaba al grupo me solicitó llamarlo.
Entonces miré a la joven a punto de caerse. Dos de sus compañeros la sostuvieron y la colocaron en un sito apartado del grupo. Yo me quedé con ellos hasta que los paramédicos arribaron al sitio. La miré varias veces, en realidad, no sabía qué hacer. Sus manos pronto empezaron a contraerse. No podía respirar. Le tomé una mano. Estaba fría. Flexioné sus dedos. La profesora le contaba cosas graciosas para hacerla sentir mejor. Tal vez reír. Y le pedió que respirara. Que lo hiciera con suavidad. Ella estaba inquieta. Asomaron lágrimas en sus ojos. Una frase. No puedo. Enmudecí.

Los paramédicos llegaron. Todos dejamos que ellos hicieran su trabajo. Muchas preguntas. Nombre. Teléfono... Tati. Se llama Tati. Memoricé su número para luego apuntarlo en mi muñeca. El diagnóstico. Un episodio de ansiedad.

Cuando Tati salió de la ambulancia. Fui la primera en recibirla. Un abrazo largo. Me miré en ella. En ese desvanecerse tan temido. Abracé mi miedo. Tati sonrió. De inmediato, le mostré su número. “Te hablaré pronto. Estarás mejor. Ya verás. Vendremos al teatro”. Me despedí de ella, de su grupo, de su maestra.
Pues entonces, te cuento que me he sentido mejor y sí, cuando el dolor te tome, cuando el amor te implore, abrázalo, abrázalo.
--sbc
Los placeres del dolor
a Abraham Morales
Tengo las manos frías. Estoy triste. Me he desprendido de papeles, de hojas con grafías borrosas. Mías. Escritas ya hace tiempo. Las guardaba. Las releía. No sé cuándo dejé de hacerlo. La lluvia. Junio o Julio. Borraron el destinatario. Un nombre.
Llovió. La puerta de mi habitación es de madera. Los bordes dibujan manchas. Amarillas. Negras. No he podido cerrar (la). No he podido dormir mirando el ir y venir de esas manchas. Antier llovió.
La Griega me habló. Sorpresa. Monosílabos. (Míos) Felicidad ya no.
La Griega va y viene. Es la lluvia que me invade. Es una enorme mancha que me persigue hasta el amanecer. Es insomnio. Las horas.
La Griega es la puerta que no se cierra.
La Griega es un nudo en mi garganta. Un nombre impronunciable.
La Griega es mi espejo. Mi lado oscuro. Duele.
(que tu corazón deje de latir dentro de mi sexo)
(que tu corazón deje de latir dentro de mi sexo)
(que tu corazón deje de latir dentro de mi sexo)
La Griega cumple su Destino:
su libertad como pasión primera. Y yo la perseguía.
su arrojo como vicio mejor. Y ella me atrapó.
Tengo las manos frías. Estoy triste. La luz penetra por la ventana. La vida sigue igual.
--sbc
Un domingo cualquiera
Las calles están llenas de escarcha. Llovió toda la noche. Libido ya no existe. La esquina de Tokio y Dublín se transformó. La casa que albergó un burdel moderno disfrazado de estética ahora es un edificio de cuatro pisos. El Ángel de la Independencia está cubierto de una malla oscura. Ningún festejo. La Diana lo observa desfiante desde la otra esquina. El árbol inclinado donde aquel domingo Marcela lloró amargamente, también desapareció. Ampliaron el circuito vehicular del Centro Cultural Universitario. La Historia de Un Loco Amor sólo vive en el lenguaje.
--sbc

Monday, October 23, 2006

Premio Universidad Nacional 2006
Doctora Greta Rivara Kamaji
Uno de los temas central que define la trayecoria académica de Greta Rivara Kamaji, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras, ha sido el rescate de filosofías poco estudiadas y particularmente de aquellas escritas por mujeres.
En este sentido, cabe señalar que en los últimos años Greta Rivara fue coordinadora y co-coordinadora de varios coloquios que tenían como tema central las mujeres en la filosofía. Uno de éstos fue De filósofas y otras excluidas: la otra filosofía, llevado a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. El discurso excluido: mujeres y filosofía, efectuado conjuntamente con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. En los títulos de estos eventos se resumen algunas de las preocupaciones que han guiado el quehacer académico de Greta Rivara.
Ha publicado artículos, participado en proyectos de investigación colectivos --uno de ellos titulado Filososfía de la educación y género, cuya responsable fue Graciela Hierro, una notable feminista-- e impartido conferencias, bajo la perspectiva de género desde la mirada filosófica. Pero quizá, lo más importante es que su quehacer académico ha gravitado sobre una mujer: María Zambrano, una de las filósofas más relevantes del siglo XX.
Los aportes de María Zambrano, sin embargo, estan prácticamente ausentes de los debates de nuestra comunidad filosófica, pese a que uno de los grandes méritos de la filósofa española fue demostrar que la filosofía en castellano es una fuente inagotable de pensamiento. Rescatar sus planteamientos, difundirlos, enseñarlos e investigarlos ha sido uno de los mayores empeños de la doctora Greta Rivara, filósofa también, formada en la Facultad de Filosofía y Letras, donde estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado.
Al impulsar dentro de la comunidad universitaria el estudio de María Zambrano, Greta Rivara no sólo contribuía a formar una corriente de análisis y a fomentar entre sus alumnos el estudio de temas de filosfía española como parte medular del quehacer filosófico, sino que ella misma se nutría de los conocimientos de la mujer objeto de sus análisis. Hoy, es reconocida como una de las pocas especialistas en sus colega española.
Otros temas recurrentes en su trayectoria académica han sido la ontología contemporánea, la hermenéutica, el pensamiento del alemán Friedrich Nietzche --por quien seguramente aprendió no sólo la lengua alemana sino el alemán filosófico-- y de Martin Heidegger, la filosofía de la religión y la ética.
*Esta mañana la doctora Greta Rivara Kamaji recibió el Premio Universidad Nacional 2006, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón del CCU. Enorme oportunidad para acercame, saludarla y felicitarla. Hace días leo y leo sus textos con enorme interés. Esto no me había sucedido! Estoy feliz! Sus textos son altamente estimulantes para el pensamiento.
--sbc

Friday, October 13, 2006


¿alguien puede opinar lo contrario?
:a leer poesía, ¡sí, claro!, zapoteca, ¿verdad?
--sbc

La Toledo
Elena Poniatowska ha dicho de su poesía: "Es suave como su mirada, redonda como sus hombros, demandante como sus labios, rizada como las olas que coronan su cabeza". Parece que no sólo describió la escritura, sino también la personalidad de Natalia. Y yo agrego es sensual como la lengua zapoteca.
--sbc
Natalia Toledo en el II Festival de poesía. Las lenguas de América
Natalia Toledo formó parte del grupo de poetas americanos que se presentaron el día de ayer en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Sorprendió la respuesta entusiasta del público universitario cuando ella apareció en el escenario para leer su poesía. Aquí uno de los poemas que leyó en su lengua nativa (zapoteca) y en español.
Lo que soy, lo que recuerdo
Lo que soy, lo que recuerdo
Una libertad que retoza y no se ha hecho fea.
La sensibilidad de un loro que habla, soy la niña que se le caen las cocadas y no las levanta,
un huevo de gallina negra me recorre y despierta.
Soy una nariz que huele el adobe de la casa de enfrente
un patio y todas sus casas.
Una fotografía regañada,
un trazo delgado en medio de la selva.
Una flor para el agua, para otras flores y no de las personas.
Soy una resina que lloró San Vicente.
Soy un alcaraván que ahogó su canto en otro idioma.
***
Ni náca’ ne ni reedasilú naa
Ti mani’ nssisi napa xhiaa ne riguite.
Ti ngueengue rui’ diidxa’ ne riabirí guidiladi,
naca’ ti badudxaapa’ huiini’ biruche dxiña cana gutoo ne qui nindisa ni
ti dxita bere yaase’ riza guidilade’ ne rucuaani naa.
Rucaa xiee ti yoo beñe zuba cue’ lidxe’,
naca’ layú ne guirá lidxi.
Ti bandá’ gudinedenecabe,
ti miati’ nalase’ Usúa chaahui’ galaa gui’ xhi ró.
Ti bacuxu’ sti nisa, sti yaga, cadi sti binni.
Naca’ ti bereleele bitixhie’cabe diidxa’ gulené
Tomado del libro Guie'Yaasé/Olivo negro. Con este libro Natalia Toledo se hizo acredora del Premio Nezahualcóyotl de Literatura para escritores en lenguas indígenas 2004.
--sbc

Thursday, October 12, 2006

El hombre es el ente al que no le basta haber nacido una sola vez, afirma María Zambrano. Somos ausencia, ese ente al que no le es dado un ser de una vez y para siempre, somos búsqueda de ser, construcción de nosotros mismos. Según Zambrano, el hombre ha de nacer por segunda vez, ha de darse un nacimiento como humano porque al autocontruirse y al construir el mundo en el que es, se humaniza.
Es, entonces, desde el cuerpo, desde el delirio, desde la angustia por la finitud y la diferencia ontológica que el hombre construye y se construye.
*
Estas líneas, esta manera de gesticular, de mirar, de mirar (nos). Ayer acudí a una conferencia sobre la religiosidad de la fiesta. ¡Qué sorprendente! La conferencista era Greta, la recordé de inmediato paseando con rapidez por los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras. (Hace...mmmm) (11 años), y el comentario de Marcela: "es más inteligente que tú". Vaya, vaya, aquel comentario no fue lo suficientemente provocador para constatarlo. Fue provocador de mis celos, sí, claro, aquella joven tenía y sigue teniendo una mirada cautivante, discreta. Sí, poseía "algo". Cuando terminó su intervención supe que ese algo es inteligencia. Y ahora un doctorado en filosofía. Y cuatro libros publicados. Es estudiosa de la obra de la filósofa española María Zambrano. Ay, Mar cuánta razón tenías.
Rivara Kamaji, Greta, La tiniebla de la razón. La filosofía de María Zambrano, Itaca, 2006.
--sbc

Wednesday, October 11, 2006

ausencia(s)
Hace seis meses yo era la ausente. Ahora La Griega ya no está. Y no estará más aquí en este espacio. Ya no nos miraremos "discretas" y "cómplices" (del mismo Deseo) a través del cristal de la cafetería Azul y Oro.
Me dejó la huella de un beso en un triángulo de papel blanco
: su boca semiabierta
: su sabor a vainilla
estas líneas y un pudín de maíz
: Son las diez de la mañana, bueno, 10:30 am en realidad y espero verte subir corriendo las escaleras. Y no estás...
Permíteme verte, acompañarte.
Hoy estoy triste.
El día está nublado.
Espero te guste el nicuatole, a mí, me encanta.
Te extraño Susana
Ileana
20.marzo.06
--sbc

Tuesday, October 10, 2006



La huella del Otro

En la vida como en los libros, entre más discreta la presencia, más escandolosa es la huella. Más perdurable. --crg

--sbc


El espacio que me habita
:el CCU
--sbc

Wednesday, October 04, 2006


Un momento feliz
: la doctora Cristina Rivera-Garza y yo
--sbc

Tuesday, October 03, 2006

Mi corazón

: tengo tu corazón
entonces, de inmediato, extendí la palma de mi mano derecha sobre mi pecho
: tic tac tic tac. ¿Mi corazón?
observé entonces un corazón dibujado sobre madera con un arcoiris al interior. Un imán.
:¿te lo llevas o me lo quedo?
entonces, de inmediato, supe a quién le pertenece este, mi corazón. Se queda aquí, contigo
:L i z y .

--sbc

Monday, October 02, 2006

Trapeze
"las banquetas de las calles están hechas de hilos suspendidos. Camino sobre el trapecio de mis miedos, supongo que es una exageración". Esto lo escribí en mayo pasado. Mis miedos son muchos, se prolongan cada vez que caigo, que siento el vértigo del abismo en mi estómago. Y entonces desaperece la idea de superficie. Impreciso escribir qué piso, qué sienten mis pies porque todo el cuerpo es una terminal nerviosa imantada. Y ella, sólo Ella me contiene en un abrazo furtivo, supongo que esto es también otra exageración".
--sbc