Monday, September 10, 2007

Azul
hace algunos meses, en realidad, no he contabilizado los días ni sumado números ni nada de eso. Pero, uno debe empezar por el principio; entonces "Hace algunos meses, que suman ya un par de años regresé a mis prácticas católicas, es decir, soy creyente. Amo la Vida. Y creo que la existencia humana es prueba de una larga, largísima evolución de la naturaleza. Me atrae la filosofía de la ciencia. La antropología. Las ideas racionalistas. Y por supuesto, su contraparte. Sin embargo, mi acercamiento a las prácticas católicas no está vinculado al manejo racional de mis pensamientos. Forma parte de una búsqueda más íntima. La añoranza de la mano de mi madre en la mía y sus cantos piadosos. El escenario interior de una iglesia me da tranquilidad. Y ese silencio tan particular cuando uno está en oración. Es una experiencia única e intransferible.
La idea del bien y el mal fue una constante en mi infancia. Solía mirar el Cielo. Demasiado Alto. Y yo una niña. Nunca lo alcanzaría. El infierno. No lo recuerdo. Sólo existía en mi mente un color. Quizá, desde aquellos días el azul sería sinónimo de lo Absoluto.
Los años pasaron. Mi estatura aumentó unos cuantos centímetros. Y más allá de las nubes, qué. Solía preguntarme que habría más allá del azul, es decir, tocar el Cielo no era suficiente; habría que atravesarlo, cruzarlo, vivirlo. Dar fe, sí, dar fe de los hechos. No imaginaba a San Pedro ni a ningún otro apóstol a la entrada. Tampoco pensaba en Jesús sentado a la derecha del Padre y al Espíritu Santo en medio de ellos. Ni esperaba encontrar a su alrededor ángeles, serafines o querubines. Tendría que existir algo mejor que las imágenes ya vistas.
Este pasado llegó a mi vida alterna apenas antier, cuando entre ensoñaciones me vi en el Cielo de mi infancia. Algo Absolutamente Sorprendente: Música. Voces. Coros. L'elisir d' amore de Donizetti, cantaban Pavarotti --quién más-- y una mujer negra. Me asombraba tanto, tanto estar ahí presenciando cada uno de los actos de esta ópera como si estuviera en el paraíso. Ambas voces eran de gran belleza. Hubo un momento, en que sentí miedo de no estar entre los vivos, pero en ese instante recordé el día anterior: Pavarotti se había convertido en un ser inmortal. Y desperté. Más allá de las nubes, el color sigue siendo azul.
--sbc

No comments: