A rainy day
Amaneció lloviendo. Volví a cerrar los ojos: la Mujer Inalcanzable y el Crónista del pueblo aparecieron en mis sueños. En casa de él. Aunque no vi a ningún gato. Raro. La exploración de mi mundo onírico me extremece. En días pasados, al estar conversando frente a La Griega, ella me relataba su más reciente romance. La presencia del Mar y los colores. Y no pude evitar traer a la memoria el primer sueño del año. El dibujo fabuloso que ambas, pero particularmente a ella, le había atraído. Pues, lo recordé. No hay duda. Tengo sueños premonitorios. Sólo que no sé bien qué hacer con ellos. Entonces pienso, que debo dejar que fluyan sin sentirme atrapada en el futuro.
Tengo esta vida alterna. Y desearía que mis sueños eróticos también fueran premonitorios. Sólo que a ella, la sueño en mi adolescencia. Es decir, lo que ella y yo tuvimos fue un gran amor correspondido. De cualquier manera, cada que la veo (en la Vida Real y Verdadera), la quiero, inexplicablemente mi corazón la sigue. Estoy en paz y feliz cuando ella está cerca de mí. Le he contado mis sueños. Y ella sólo ríe. Tengo esta vida alterna. La Mujer Inalcanzable. Crónistas. Escritores. Mi madre. Mis Musas (del pasado, del presente). La Griega (con todo y sus historias amorosas). Y luego Ella, la de los sueños eróticos en pasado. Amaneció lloviendo y yo hubiera deseado empapar mi cama. Cerrar los ojos y mirarme adolescente.
--sbc
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