Juráme En una escena bastante ¿? --de esas que sólo se viven una vez, y luego, vuelves a contarla una y otras mil--. Ileana me cantó al oído: Juráme que aunque pase mucho tiempo no has de olvidar el momento en que yo te conocí. Miráme, pues no hay nada más profundo ni más grande en este mundo que el cariño que te dí. Besáme con un beso enamorado como nadie me ha besado desde el día que nací. Quiéreme, quiéreme hasta la locura. Alguna razón tuvo para escoger a María Griver. "Quiéreme, quiéreme hasta la locura". ¿La locura? ¿de quién? La de ella o a la mía o la nuestra. ¡Bendita mujer! --sbc |
Friday, February 10, 2006
Thursday, February 09, 2006
(Des)variado amor 1 Y, dime: Si te tocara de repente Si nuestras ropas desmayaran como rápidos rubores Y entonces enfrentados: ¿Cómo sabríamos mentir sobre lo unívoco de lo fálico? Juan Carlos Bautista * ...cada quien tiene su versión de las cosas; que toda esta historia que he leído, releído y subrayado es UNA GRAN MENTIRA que sólo sirve para eso: INVENTARSE. La realidad es otra, que nada tiene que ver con esos cuentos, o acaso... Invento que te invento (las mayúsculas son mías y la historia también) * Ileana también se llamaba Lola, es decir, Marcela, es decir, la Mujer Imaginada del cuento, es decir, la Mujer de la Vida Real y Verdadera. --sbc |
Discursiones sobre el mismo punto 3 Es bueno enamorarse, después de todo. Es bueno empaparse en miel, correr a las furias como moscas, quedarse sin ciudad y sin neurosis. Sólo el amor despeja la culpa; es decir, el verdadero amor, el que nos devuelve sin piedad la glotona cursilería. Y es que el amor es la única eutanasia, la única mentira que mueve al mundo. Vivir en el amor es vivir en la mentira. Porque, ay del amor si no es mentira: acabará trastocando el mundo. Jura (poemas sométicos) Juan Carlos Bautista |
--sbc
Xavier Villaurrutia Hay poetas que quedan por unas líneas, por un poema, por un libro, por un conjuto de poemas o de libros, por algo que es difícil explicar estéticamente, que sería esa impresión que tenemos frente a la obra, como si las partes no fueran necesariamente satisfactorias y sólo la iluminación total nos diera la imagen. Xavier Villaurrutia publicó tres libros en el curso de su vida: Reflejos (1926), Nostalgia de la muerte (1938) y Canto a la primavera (1948). Mientras el primero y el último parecen --salvo instantes y poemas de excepción-- irse desgastando y maltratando con el tiempo, Nostalgia de la muerte, por el contrario, resiste y gana: cada lectura y recuerdo afirman y afinan la impresión. Hay libros o poemas que se nos imponen desde el principio; otros se desgantan en mayor o menor medida; otros, como Nostalgia de la muerte van adquiriendo nuevo brillo --o quizá mejor, nuevas opacidades--, nuevas cadenas de sonidos, poemas que nos hacen entrar a un mundo donde el hombre parece encontrar sólo respuestas angustiosas, lúgubres: un mundo de sueños, de sombras, de ecos, de silencios, "un mundo en el que todo ha muerto" Texto de Marco Antonio Campos en Nostalgia de la muerte ediciones coyoacán, México,1997 * Nocturno en que nada se oye En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte en esta soledad sin paredes al tiempo que huyeron los ángulos en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre para salir en un momento tan lento en un interminable descenso sin brazos que tender sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisble sin más que una mirada y una voz que no recuerdan haber salido de ojos y labios ¿y qué son labios? ¿qué son miradas que son labios? y mi voz ya no es mía dentro del agua que no moja dentro del aire de vidrio dentro del fuego lívido que corta como el grito y en el juego angustioso de un espejo frente a otro cae mi voz y mi voz que madura y mi voz quemadura y mi bosque madura y mi voz quema dura como el hielo de vidrio como el grito de hielo aquí en el caracol de la oreja el latido de un mar en el que no sé nada en el que no se nada porque he dejado pies y brazos en la orilla siento caer fuera de mí la red de mis nervios mas huye todo como el pez que se da cuenta hasta ciento en el pulso de mis sienes muda telegrafía a la que nada responde porque el sueño y la muerte nada tiene ya que decirse. Xavier Villaurrutia --sbc |
Tuesday, February 07, 2006
El punto fijo Soy emocional. No suelo definirme. No creo en las definiciones ni en las fronteras. Sólo en la colindancia. Pienso entonces en las ciencias duras. Quizá porque de reojo miro por la ventana al Premio Nobel de Química 2005, que pasa rumbo a la Sala Miguel Covarrubias. Pienso en todo lo que debo leer de ahora en adelante. Y tantas distracciones. Pero, hoy me percibo emocionada, exaltada y es por los correos que he recibido de mi amiga Lola. Recibir sus comentarios lúcidos, su guía constante y sobre todo el tono de sus escritura me entusiasman mucho y, al mismo tiempo, me hacen sentir aterrada. Es como si quisiera saltar y ella estuviera detrás gritándome: ¡vamos, vamos, tú puedes! Luego, yo observo hacia delante, hacia abajo y deseo caer en un punto fijo. No tengo miedo de saltar ni de caer. Sé que voy a hacerlo. Es el punto fijo, el que me aterra: la obsesión. --sbc |
Intuición El fin de semana, lo pasé agusto: mi familia y el campo. El sitio donde encuentro paz, o mejor dicho, encontraba paz. Porque la tranquilidad no es igual a una persona o un lugar, es más bien, un estado de equilibrio emocional que nos permite convivir con los demás. Y mis emociones están alteradas desde hace algunos días. Mi intución me da respuestas. Las respuestas, ¿certezas? No, más bien posibilidades. Pero, entre mi familia y el largo camino de regreso: Un aliento diferente. Me detuve a leer poesía. Los dos poemas escritos en lengua portuguesa: Máquina del mundo y No amas y no puedes leer el libro de la vida. Sin amor ningunos ojos son videntes. La tarde triste es el sol que no consientes al corazón. Mundo de soledad, el que atraviesas, es un desierto habitado donde sólo tropiezas en la sombra de tuyo desencantado. Miguel Torga * Luego, cuando llegué a la ciudad de México, pensé en el día de mañana, es decir, hoy. La pregunta de ayer: --¿Ya ha leído mi hoja? * "Sin amor ningunos ojos son videntes". --sbc |
Máquina del mundo El Universo está hecho esencialmente de ninguna cosa. Intervalos, distancias, agujeros, porosidad etérea. Espacio vacío, en suma. El resto es materia. De ahí que este escalofrío, este llamarlo y tenerlo, seguirlo y afrontarlo, esta grieta de nada abierta en el vacío, debe ser un intervalo. Antonio Gedeao |
Formas breves II Formas breves de decir sí --entonces, nos vemos mañana, si llegas tarde, de cualquiera manera, espararé. * --si no puedes llegar, no te preocupes, lo cambiamos para el día siguiente. * --... y el sábado? --No. Ya sabes, trabajo. --pero, puedes salir un poquito antes, ¿no? --Depende --¿De qué? --¿Adónde vamos a ir? * --Está bien. A donde tú sugieras. sbc |
Saturday, February 04, 2006
Friday, February 03, 2006
Geometría del espacio Leer se ha vuelto una obsesión. Leo su cuerpo. Leo la ciudad. Leo la otra ciudad, la Universitaria. Sigue creciendo y nadie me pregunta por la construcción cercana a la Biblioteca Nacional. Nadie pregunta nada. Recorro el Centro Cultural dos o tres veces en la mañana o en la tarde. Nadie pregunta nada. Ni los jóvenes estudiantes de arquitectura que se sientan a realizar trazos frente a la Sala Nezahualcóyotl o aquellos que van unos pasos más lejos, a encontrarse con el Paseo Escultórico. Nadie pregunta nada. Y yo, adivino su cuerpo detrás del cristal que me devuelve mi imagen espía. Me detengo en ella y la imagino de pies a cabeza. Y surgen preguntas: las líneas de cruce, la tridimensión, el punto fijo. El lenguaje del cuerpo. La geometría del espacio. * que dos cuerpos se atraigan que dos lenguajes dialoguen que dos mujeres se amen --sbc |
Formas breves Formas breves de decir no: --¿Qué hora es? --Las cinco de la mañana. --Qué rápido se fue el tiempo. ¿Por qué te estás vistiendo? --Tengo frío --¿Frío? * --Eres tan tierna. --¡Devuélveme mi brassier! * --Yo nunca me había sentido tan bien con una mujer. --Entonces ven. --Ahorita que regrese. * --Estoy enamorada. --¿Enamorada? * --Apenas te conozco y no sé si quiero conocerte más. sbc |
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una hoja que cae Tiré una hoja desde el segundo nivel. Ella lo contuvo. Bajé corriendo y pregunté el lugar dónde cayó. "¡En mis manos!". No, es verdad, y yo quiero creerle. Me manipula, ya no el deseo, la ilusión. Mientras la abrazó, la hoja se entrelaza en mis cabellos cortos. La ilusión. Y este no entender su lenguaje corporal: me abraza con fuerza, me acaricia el cabello y luego dice: "no quiero compromisos". Y yo soy la hoja que se desliza en el aire. Que cae en el suelo, ella la recoge. Soy una hoja que aprietan sus manos. Luego, la leeré, dice. "Hace frío y estoy cansada". Y no quiero creerle. No va a leer nada ni está cansada. Sólo hace frío. Se va con mi hoja entre sus cosas, ya no en sus manos, en su bolsa grande que no sé qué más contenga. La introduce como se guarda aquello que no interesa, que estorba. El otro lenguaje que ignora, la poesía. --sbc |
Thursday, February 02, 2006
Lectora activa de CRG Un libro de la doctora con la inscripción de su firma cruzando la hoja: Los texto del Yo se lee en la portada. ¡Ya los leí! Los reeleo. Su poesía, su narrativa crecen, crecen y se desbordan. ¡Ya no le pertenecen! ¿A cuántas personas les he obsequidado "Nadie..."? A las escritoras chicanas en su visita a México. A mis amigas: Estela, Lizy, Olivia, Soledad... ¿A cuántas personas les he hablado de su narrativa? A toda mi familia, seguramente. A mis sobrinos: al que me habla de hip-hop y al que se dice spoken-poet. A mis amigos de la facultad de filosofía y letras. A mi hermana mayor, que se equivoca y agrega: "Ah sí, Pacheco, Cristina Pacheco, ¿verdad?". A mis amigos del Instituto. A mis amigos de Difusión Cultural. A mis amigos extranjeros. Al desconocido que viaja a mi lado. ¿A cuántas personas les envío alguna nota, algún fragmento evocativo de su narrativa? A Luz, a mi Luz de Canadá. En nuestra correspondencia su nombre es una constante de la mejor literatura mexicana. ¿A cuántas personas les he regalado uno de sus poemas? A mi madre, a La más mía. A Ileana, quien me hace temblar sólo con mirar su silueta tras el cristal de la "Azul y Oro". A Ileana, quien literalmente me mueve el piso. El suelo de roca volcánica de Ciudad Universitaria. A Ileana, los versos de (La hoja). De la hoja, de la otra hoja marcada por una firma como un destino ineludible: la escritora. Acaricio el libro; detengo mis dedos entre sus páginas. Soy una lectora activa de una obra prolífica y releeo el último verso de IV. los vacíos del lugar: (Aquí no se oculta nada). --sbc |
A L |
(La hoja) Quiero dejar de temblar. Cuando escucho tu voz quiero ser tallo y no hoja sacudida y no este espasmo que me quiebra. Nunca más esta vergüenza. Pero escucho tu voz y sigo siendo la palabra arena cayéndose de seca. El ángulo por donde se rompe en pedazos la certeza. Afuera llueve y adentro amanece un perro muerto en mis esquinas. ¿Es esto la ciudad? Un loco balbucea con su vestido de piel: saliva. Los niños juegan a morir en paz. He dicho que quiero dejar de temblar pero tu voz son demasiadas voces y alrededor se me estrecha sobre el cuerpo en espiral. ¿Qué se hace cuando no se puede respirar? Me da pena caer como caen a veces las cosas de rodillas. Cuando la debilidad me envuelve con su hálito de espinas los objetos son de helio y huyen despavoridas a otro lugar. Y el temblor no cesa y soy hoja que cruje y nunca tallo espasmo, sincope de luz, quebranto. Un navío transparente sobre aguas de cristal. ¿Qué se hace cuando el suelo empieza a girar? Me da pena arrastrarme entre las patas de las sillas y ser la mosca que da vueltas en el frasco de espanto. Afuera sigue lloviendo y adentro me avergüenza este cuerpo desollado estos ojos al revés esta colección de insectos incrustados en la tapa de la lengua. Me da pena que me preguntes qué pasa y tartamudear con la cara sobre el ventanal: nada es sólo la lluvia y la hoja que caen. Cristina Rivera-Garza --sbc |
Tuesday, January 31, 2006
enero 26, 2006 El nervisismo transparente en las palmas de mis manos. El tic-tac apresurado en mi muñeca izquierda/la aguja del reloj que se inserta en mi garganta. "Ya casi son las...", me repito. Evoco el tiempo que aún no llega. Repaso la escena con detalle: "¡Las ocho! *** otra vez ocho: 26, 2006: 8 pm *** una cita (im) perfecta: "la expectativa de una amante no es la misma de aquella, aquien se ama. Amantes son de su propia separación". --sbc |
Monday, January 30, 2006
Thursday, January 26, 2006
Cd. de México/Newmarket, On. Hace días que no escribe. El espacio virtual es una pantalla vacía. Puedo indagar en su cotidianidad: hijo, trabajo, casa, marido. ¿En ese orden? Hijo, casa, trabajo, marido. Quizá. Hijo, marido, trabajo, casa. Seguramente. Y yo espero sólo unas líneas ni siquiera una carta, sólo unas líneas. El correo postal. El matasellos: Newmarket, On. 2002. La espera (im)paciente: unas líneas escritas de su puño y letra. La certeza mutua: nuestra vida pasada. El recuento de lo que ya ha dejado de ser. La memoria. Las fotografías del hijo que crece, que sonríe y ella junto a él, el marido. Hace días que no escribe. Puedo indagar el frío, la nieve, otro invierno. Acá, también vivo el invierno sin los centímetros de nieve, sin la tormenta de lluvia. Sólo este desolado olor de tiempo ausente. Las horas. El espacio virtual es una pantalla vacía, impersonal, imperfecta. Hace días que no escribe. --sbc |
Wednesday, January 18, 2006
Estela "signos y estrellas se hunden silentes en el estanque de la tarde". Georg Trakl Estos días extraños: todo cambia y sigue igual Algo se ha modificado en ti. Sólo tu sabes qué es y me dices y me das cuenta de ello. Estos días extraños de lluvias rasantes y cielos abiertos empiezan a sumar tardes de silencio. Te observo ir y venir en el vaivén de las contradicciones "hay una luz que el viento ha extinguido", me dice Georg Trakl entonces vuelven la lluvia, tu llanto y el silencio. La luz de tus ojos me persigue buscando respuestas. No las tengo. Ni una sola. Es otro el viento que sopla. Escúchalo. --sbc |
Thursday, January 12, 2006
Mirada de mujer a Estela Alcántara Mi primer lectura del año es un libro de cuentos. Conforme avanzo no dejo de pensar en la mirada de mujer; en la relación visual de quien narra y de quien es observado/a. La mirada puede desnudar, poseer, irrumpir en la propia intimidad. Y esta mirada es avasalladora como su voz: (transcribo) "No has estado tratando, siempre, de saber qué significan, juntas en el mundo, las cosas inexplicables, las cosas terribles, las cosas dulces. No has tenido que renunciar a lo que se llama vida normal para seguir el camino de lo que no comprendes, para serle fiel. No luchaste de día y de noche, para aclararte unas palabras: tener destino". Te sitúa justo en el borde, en el límite. Mirada de mujer, perdón, corrijo, Mujer. (fragmento de Río subterráneo) Inés Arredondo, Río subterráneo, México, Joaquín Mortiz, 1979. --sbc |
Wednesday, January 11, 2006
Numerología En días pasados una amiga me hizo una observación: --Tu número es 8, es decir, el de tu suerte. --¿Suerte? --Bien, recuerdas tu dirección anterior. --¡Claro! --Los números ¿cuáles eran? --44 ¿y? --Su suma da 8. Ahora vives en Ámsterdam 62. El resultado se repite. No creo que sea coincidencia. --mmm, quizá, sólo es azul. --¿Azul? --Sí, mi color, en ello si creo. En "un azul hecho de azares". --No entiendo. --¡Vamos!, en el destino. Yo no escogí vivir ni en 44 ni en el 62. Pero, debo decir que es un privilegio vivir en la Condesa. Primero frente al parque España y luego, en esta calle tan evocativa. Es el destino. Único. Imprevisible. Y, a veces, misterioso. Me gusta el color azul como metáfora de mi vida. Y esta frase: "un azul hecho de azares", pues define mi destino, ya lo creo. --En marzo cumplirás 35, ¿no?, otra vez 8. No cabe duda, Susy, 2006 es tu año. Un año ¿azul? --sbc |
AlbedríoEl aroma del viento es de pinos frescos. Cada vez hay más frío al subir por cualquier camino que conduzca a Rioyos, Buenavista. Sitio de los ancestros de mi padre. Herencia y tradición: una casa de adobe (al centro). El maíz sobreviviendo a la globalización (al frente-por todas partes). La capilla es de la familia: Bautista. El punto de unión filial.Ésta es la descripción de los días de invierno. ¡Ah!, me ha faltado comentar el cauce, el río que da nombre a este pueblo, y cuya belleza bautiza a quien se mira en él: Rioyos, Buenavista, estado de México. Allá me miré en su curso. Invisible. Quieto. La lectura de diciembre: Albedrío. ¡Qué delicia!**Escribir por escribir siguiendo un hilo invisible, taciturno e ir sacando detalles que las palabras proponen. Una escritura invisible adueñándose de todo.(...) Un azul hecho de azares.Albedrío, Daniel Sada, 2a. edición, 2001.--sbc
Thursday, January 05, 2006
Discreta complicidad 0. Arquitectura 1. Siglo XVIII 2. Hacienda de Santa Catarina del Arenal 3. Tercera Condesa de Miravalle: Ma. Magdalena Dávalos de Bracamontes y Orozco ¿Por qué enumerar las ideas, los datos? Al fin de cuentas (literalmente), escribo acerca de mi espacio real, el que está afuera, cito: "El arquitecto Cuevas se inspiró en el óvalo de la pista, pero no se apegó estrictamente a él. Así surgieron las bellas avenidas de Ámsterdam y México, cuyo trazo sólo es un recuerdo de aquella figura en donde se dieron cita los personajes más acaudalados e influyentes de la sociedad de principios del siglo XX, con el pretexto de presenciar las carreras de caballos en el hipódromo de la Condesa". El espacio que me habita: Ámsterdam. De manera ciclica: ir - venir. Camino todas las mañanas por ese óvalo. Y sí, desde hace cinco meses y algunos días, llegó al mismo número. 4. Ámsterdam 62 --sbc |
Wednesday, December 07, 2005
William Blake y Sergio Pitol ¿Qué tienen en común ambos escritores? En este momento, detengo mi propio cuestionamiento. Sólo sé que ambos aparecieron hoy. Primero, la poesía de Blake reunida en una selección poética en lengua inglesa; editada por The Wordsworth Poetruy Library (1994). Fue en una de mis "escapadas" del CCU al Instituto de Investigaciones Jurídicas. Me acerqué a un mostrador ambulante de libros. Ver el nombre de uno de mis poetas predilectos fue sorpresivo como lo que aconteció después: tomé el libro y lo empecé a hojear como si las hojas fueran naipes. "London" surgió en la página 88. Sin duda, este libro me estaba destinado, ya lo creo. Sergio Pitol y la (re)lectura de El arte de la fuga (Era, 1996): Todo está en todas las cosas Sí, también yo he tenido mi visión Bastó sólo abandonar la estación ferroviaria y vislumbrar desde el vaporetto la sucesiva aparición de las fachadas a lo largo del Gran Canal para vivir la sensación de estar a un paso de la meta, de haber viajado durante años para trasponer el umbral, sin logra descifrar en qué consistiría esa meta y qué umbral había de trasponer. (...) Este párrafo inicial también me sorprendió. En la tarde, Pitol dictó una conferencia magistral en el CCU, de donde una frase me arrebató el deseo otra vez por la escritura: "La locura se convierte en una variante de la libertad" Y aquí estoy sintiendo el tránsito de mi libertad, el fluir de mi escritura. --sbc |
Tuesday, December 06, 2005
Lacaracola A finales del 2000, conocí a una joven española en casa de la familia Ordóñez. La reunión navideña a la que amablemente convocó su anfitrión el "doc" como cariñosamente nombramos (sus alumnos) al doctor José Emilio Rolando Ordóñez Cifuentes. El ambiente íntimo y cordial fue la constante de esta celebración. Lola, de inmediato llamó mi atención por el cuestionamiento entusiasta acerca de México. Era la primera vez que pisaba tierras americanas. Su propósito: una estancia de investigación que complementaria sus estudios de doctorado en la Universidad de Valencia, España. Sus preguntas, en un principio lógicas, me hicieron varias veces pensar mis respuestas. Sus referentes históricos y espaciales eran asombrosos. --¿Dónde vives? --mmm... cerca de Chapultepec --respondí apresuradamente. Luego, pensé en mis propias coordenadas. --No es el centro de la ciudad. Mmm... Hay un castillo. El castillo que lleva el mismo nombre. --Ah, ¡claro!. Donde los Acuerdos de Paz de El Salvador se firmaron --dijo con tanta seguridad, que no me quedó otra opción que confirmar su respuesta. --Sí. Los históricos acuerdos que pusieron fin a la guerra civil de El Salvador, se firmaron en el 1992, en esta Ciudad. Enseguida, ella tomó en sus manos un mapa de México para señalar la ubicación de Chiapas. Aquel momento fue, sin duda, el bosquejo de un encuentro, de su destino por las tierras del sureste mexicano. No tardo mucho en adaptarse al ritmo de la ciudad de México. La casualidad la ubicó a unas cuantos pasos de mi domilicio. Sólo había que cruzar el parque España y ahí estaba ella. De nuevo mi asombro. Ella misma se encargó de buscar hospedaje. Justo, al lado de la escuela primaria donde estudié: "Alfonso Herrera". Su cercanía me motivó lo suficiente para estar atenta en los acontecimientos presentes y pasados del país. Tenía a alguien con quien dialogar, con quien intercambiar ideas, reflexiones, propuestas acerca de lo social. El movimiento zapatista estaba en la cúspide.Todos los jóvenes universitarios teníamos puesta la mirada en Marcos, en la comandancia, en suma, en los Zapatistas. Lola entonces iba y venía con nuevos encuentros, con nuevas reflexiones, con nuevas ideas. Se aventuró a llevar a cabo el recorrido por Nurio y permanecer alguna noche en el Aguascalientes "Espejo de agua", acá en Ciudad Universitaria. Tal vez, por aquellos días, lo que más me impresionó fue su espíritu rebelde; su capacidad para entender y discutir sin arrebatos emocionales, es decir, su capacidad para argumentar y creer en el diálogo. Su mirada siempre inteligente que tocaba no sólo la parte racional de los acontecimientos. Una mirada fina que ha apuntado al cambio, a la transformación. Ella misma es resultado de la coherencia entre el pensamiento y la práctica. Las más de la veces, me sentí rebasada no sólo por sus conocimientos, sino por su fe en el trabajo colectivo; en la organización de la sociedad civil. Su cercanía desde entonces ha sido una guía para transitar los sinuosos caminos de la justicia social. Llenaría el espacio virtual recapitulando cada momento que me ha compartido: Lola y el encuentro con México Lola y la familia Ordóñez Lola y la UNAM Lola y las Jornadas Lascasianas Lola y la Ciudad de México (Xochimilco, La colonia Roma, etc.) Lola regresó a Valencia, España Lola se doctoró Lola regresó a México (siempre México) Lola y Sipaz en San Cristóbal, Chiapas Lola y Guatemala Lola y Honduras Lola y Belice Lola y Colombia Lola y el vaivén entre el Defe y los estados Lola y el movimiento zapatista Lola y las Juntas de Buen Gobierno Lola y Los caracoles Lola y el activismo político Lola y los derechos humanos Lola y las comunidades indígenas mexicanas Lola y el multiculturalismo Lola y la amistad Lola y el amor Lola y la literatura, la pintura, la música Lola y sus cuates aquí, allá, en todas partes Lola y la libertad Lola, la neta Lola, la joven (siempre joven) Lola, la rebelde Lola, la idealista Lola, la mágica Lola, la conferencista Lola, la poeta Lola, la lectora de destinos Lola la sin fronteras Imágenes que transitan, que me devuelven su presencia. Debo agregar un par de objetos entrañables: el libro de fotografías de Tina Modotti, que me regaló en un cumpleaños. El libro de Manuel Rivas. Luego, la imagen de las vías de un tren. Ya una vez lo escribí: Lola de ida otra vez. Lola regresa a España, a Valencia con su familia. Allá también la esperan. Lola gracias por ser mi guía. Por el desvelo de mis miedos aquí y en Chetumal, Quintana Roo. Por todo este mapa de sueños y proyectos compartidos. Por tu lucha por y para que la diversidad, como bien, lo he aprendido no sean sinómimo de discriminación, de intoleracia e injustica. Lola, lacaracola --sbc |
Friday, December 02, 2005
Monday, November 28, 2005
Fractal Noviembre se desgasta sin verte. Leo poesía como un rizoma interminable: Es que alguna mañana padecemos la luz, como si fuera el día aquel en que empezamos a romper el silencio (Nuevo día, Carmen Alardín) &&& Cuando cierro los ojos mi noche se llena con tu imagen mientras tú te repartes. (Mientras tú, Carmen Toscano) &&& ¿Dónde gritarte ya? A qué gemirte si la noche me cierra como tumba y la mañana, brusca, me repele. (Lúgrubre nota, Guadalupe Noguera) --sbc |
Friday, November 25, 2005
Noviembre y fuga El insomnio otra vez. La hoja y el lápiz apunto de encontrarse. Rayas. No sé por dónde empezar. La lectura de Agosto y fuga no termina. Regresa al principio: "Lázaro abrió los ojos, echó un vistazo desganado a la habitación inundada de sol y volvió a cerrarlos". Me recuerda a Joaquín Buitrago, de Nadie me verá llorar. Acaricio el libro. Y sigo leyendo. Escucho el arrastre de una escoba. Alguien peina las banquetas de Amsterdam. Me recuerda a mi madre. Y justo en ese momento soy hojarasca esparcida. Apago la luz para que entre la otra. Me arremolino entre las sábanas. Pronuncio tu nombre. Luz 5 de la mañana 28, 29, 30 minutos ¿Servirá de algo mirar el reloj, contar las horas? --sbc |
Tuesday, November 22, 2005
Friday, November 11, 2005
Blue La nostalgia me acompaña por las calles de Toronto. Esta distancia física es dolorosa, pero recuerda que te abrazo todas las noches. Ayer soñé contigo: caminábamos juntas por el espacio escultórico y después de cruzar un paraje sombreado salíamos a los rascacielos del centro de Toronto, a Bathurst Street. & caminamos juntas en el espacio escultórico, sólo que no hay tierra, sino nubes, y las esculturas se encuentran suspendidas en el aire. Conversarmos apasionadamente sobre los textos de Cristina Rivera-Garza y no prestamos ninguna atención al hecho de que estamos literalmente volando en el aire (recuerdas, la noche que salimos de apartamento de la San Rafael. Caminamos esa calle tomadas de la mano y nos dirigimos sin rumbo fijo hacia Insurgentes). En mi sueño, tuve la misma sensación de estar volando tomadas de la mano. Esa sensación de felicidad, de libertad, de gozo, durante todo el sueño. Pintamos una escena llena de imágenes sobre uno de los cuentos de esta autora y apunto estamos de internarnos en la pintura; cuando, de pronto, pasa un avión y tú me ves desaparecer en el aire, al mismo tiempo, te veo desaparecer. Despierto, sobresaltada. La (mismísima) Luzma |
Azul definitivo * ¡No puedo creer que esté nevando en México! ** Me gustaría tenerte a mi lado y ver juntas caer la nieve sobre la ciudad. Ver como se forma una alfombra blanca sobre las calles. El invierno ya no me afecta como antes. Ya no me deprimo y el frío no es tan intenso. Será que me estoy acostumbrando al clima del Norte de América. *** Llevo semanas y semanas, meses enteros pensando en ti. Tu último correo me ha hecho temblar y llorar de alegría y de nostalgia. Y yo aquí, entre tanta nieve. No deja de nevar. Es un invierno interminable. Tormenta de nieve un día y lluvia congelada otro. Estoy harta del frío, de la nieve, de este invierno. Y entre tanta nieve: tú. Un azul definitivo. ** Nevó el sábado un centímetro de nieve y luego deshielo. El frío ya empieza a sentirse y llueve. Llueve mucho. Parece ser que este invierno será duro. Leo quiere que ya nieve, pues piensa que Santa llegará antes si todo se encuentra lleno de nieve. * Aquí sigue lloviendo; nieva y deshiela; llueve, nieva y deshiela. Luz María Johnson --sbc |
Monday, November 07, 2005
Las horas (II) * Nada tenía yo, no pedí nada nada en amor puede pedirse y, así, me diste todo. Rubén Bonifaz Nuño * Tu llamada como las anteriores me toma por sorpresa. Durante estos tres años de distancia física me he preguntado lo mismo: ¿Qué sucedería si estuvieras aquí?, es decir, pienso hipotéticamente en algo que no sucederá. No sé si nuestro encuentro amoroso terminó justo cuando te fuiste o si nuestra correspondencia y estas llamadas (cargadas de frases y deseos por vernos) representan la continuación de algo que ya no es. La historia de una fractura. Sí esta historia es eso: una imposibilidad. --sbc |
Las horas * Hoy recibí algo tuyo: unas palabras. * aún me siento sorprendida por tu llamada/ayer llegué temprano. Las reubicaciones al interior de la oficina han ido transformando mi espacio habitual. Muebles viejos rompen toda proporción visual. Los teléfonos hasta hace días estaban desconcectados. Y la presencia de otras personas han sumando horas de fastidiosa indiferencia y silencio sepulcral/cuando contesté: no reconocí tu voz. Cuando escuché tu nombre: quedé atónita por varios segundos. Me sentí torpe por preguntar ¿Luz María, de dónde? Tu respuesta me provocó risa, de la nerviosa. Por supuesto: de Canadá. |
--sbc
In the desert In the desert I saw a creature, naked, bestial, who, squatting upon the ground, held his heart in his hands, and ate of it. I said: "Is it good, friend?" "It is bitter -bitter", he answered; but I like it because it is bitter, and because it is my heart". Stephen Crane |
es el corazón del Hombre de todos los tiempos.
--sbc
Friday, November 04, 2005
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